Si la fracción mineral -que representa mas o menos el 40% de nuestros suelos- fueran ladrillos, haría falta el cemento que los mantuviera unidos. Esa es la materia orgánica. De esta forma, la fracción mineral más la materia orgánica constituyen lo que conocemos como ESTRUCTURA DEL SUELO.
En los suelos de nuestra zona, la MO alcanza más o menos el 2,5 o 3% de su composición. Está formada por restos de animales, plantas, hongos y bacterias en descomposición.
Podemos decir que un suelo rico en MO es un suelo fértil y sano ya que en ella se retienen los nutrientes minerales que nutren a las plantas y a toda la vida del suelo. Además, los suelos ricos en materia orgánica retienen el agua mucho más que aquellos suelos que son más pobres.
Por acción de los microorganismos, la materia orgánica forma compuestos estables que se mantienen por mucho tiempo y que le dan a los suelos su color negro. A esos compuestos le llamamos HUMUS. Los suelos ricos en humus son los que la gente llama "tierra negra" y son los mejores suelos para los cultivos.
Los suelos de textura gruesa (arenosos) suelen tener menores contenidos de MO porque ésta es rápidamente atacada y desintegrada por los microorganismos. En cambio, los suelos más finos suelen ser más estables en sus cantidades de materia orgánica.
La forma en que se agrupan y unen las partículas del suelo define su ESTADO DE AGREGACIÓN. Es decir que estudiando la estructura del suelo nos daremos una idea de su salud.
La condición más deseada es la de estructura granular. De acuerdo al origen del suelo y a la actividad humana, se pueden presentar otras estructuras que afecta la capacidad de penetración de las raíces, la infiltración del agua, etc.
Las alteraciones que provoca el humano a través de las labores, pastoreo excesivo con animales e inadecuado usos de agroquímicos genera variaciones en los contenidos de MO que pueden llegar a alterar la estabilidad de los suelos, su producción y con ella, la capacidad de producir alimentos en cantidad y calidad.
ACTIVIDADES:
- En las parcelas elegidas realizar un pozo de 40cm de lado por 40cm de profundidad. Observar su estructura, si existen capas endurecidas y a qué profundidad. Intentar extraer raíces y observar su forma de crecimiento: ¿es profundo o existe alguna zona que no pueden atravesar?
- Tomar una muestra de suelo. Limpiarla de raíces, insectos y hojas. Intentar molerla con ayuda del fondo de un vaso sobre un plato. Con la muestra ya molida, echar una cucharada en una botella o frasco trasparente con agua. Observar si el agua se enturbia.
- La muestra de un suelo bien estructurado, ¿enturbiará el agua antes o después que uno que no lo está?, ¿por qué?
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